Las molestas llamadas que te despiertan de la siesta, para venderte cualquier cosa, estarían llegando a su fin. EL próximo 29 de junio entra en vigor la Ley General de Telecomunicaciones, que en su artículo 66, «Derecho a la protección de datos personales y la privacidad en relación con las comunicaciones no solicitadas, con los datos de tráfico y de localización y con las guías de abonados.», dice los siguiente:
- Respecto a la protección de datos personales y la privacidad en relación con las comunicaciones no solicitadas los usuarios finales de los servicios de comunicaciones interpersonales disponibles al público basados en la numeración tendrán los siguientes derechos:
a) a no recibir llamadas automáticas sin intervención humana o mensajes de fax, con fines de comunicación comercial sin haber prestado su consentimiento previo para ello;
b) a no recibir llamadas no deseadas con fines de comunicación comercial, salvo que exista consentimiento previo del propio usuario para recibir este tipo de comunicaciones comerciales o salvo que la comunicación pueda ampararse en otra base de legitimación de las previstas en el artículo 6.1 del Reglamento (UE) 2016/679 de tratamiento de datos personales.
Como leemos estarán prohibidas sin consentimiento previo y ahí es donde el usuario debe leer con atención, cuando se dé de alta en algún servicio que requiera su móvil, si en las condiciones de uso o en algún otro apartado da consentimiento para que la empresa y «sus asociados» le envíen información comercial telefónica. Remarco lo de asociados, porque sus asociados pueden ser un montón de empresas que al dar tu consentimiento puedan llamarte.
la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) podrá iniciar un expediente sancionador contra la empresa independientemente del lugar donde se ubique. Así, si se realizara desde un call center ubicado en territorio extranjero, la AEPD también podría investigar a la empresa y sancionarla.
La verdad es que esta prohibición de spam, tanto telefónico como por mail, ya existía, incluso está la Lista Robinson, para que su número de teléfono, correo electrónico o postal quede excluido de las comunicaciones con fines comerciales, pero está bien que refuercen esta prohibición que realmente es muy molesta y puede llevar a ciertas estafas.
Fuente: BOE.